lunes, 21 de octubre de 2013

Fruta de temporada (electoral)



En el minuto 20 de este fragmento del debate del miércoles pasado Michetti dice: 
"Nuestro Gobierno es un Gobierno que respeta tanto el recurso público de la gente que logramos en estos años, en seis años, hacer que del 3% de la inversión en infraestructura pasara a ser el 23%”
 La afirmación es falsa por donde se la mire. Michetti exagera enormemente el punto de partida y el punto de llegada de su afirmación:


La inversión pública, que ya rondaba el 15% del gasto total de la Ciudad cuando Macri llegó al Gobierno, se mantuvo en torno a ese porcentaje durante todo el Gobierno de Macri, con la excepción del 2008, año en que fue superior. Pero no estuvo ni cerca del 23%.
Es bastante habitual que los funcionarios y dirigentes del PRO confundan los objetivos que enuncian con lo que finalmente hacen. Una buena política de comunicación, y una enorme cobertura mediática (que hizo correr ríos de tinta para señalar un error que tenía un cuadro de Filmus, aunque el error no invalidaba para nada la afirmación respecto de que Michetti y Pino Solanas no suelen estar presentes en el recinto de la Cámara de Diputados cuando se votan las leyes), hacen el resto.
Decía el hoy Ministro de Economía de la CiudadNéstor Grindetti, antes de asumir su cargo, en su segunda visita a la Legislatura, en el marco de las reuniones para aprobar el Presupuesto 2008, el 23 de noviembre de 2007:
"la inversión no ha sido para nada ambiciosa en estos años. El promedio de estas columnas prevé una inversión del orden del 11.5 por ciento respecto del gasto desde el año 2000 hasta el 2007. La administración actual proponía un 14 por ciento y nosotros pensamos llevarla al 22.9 por ciento respecto del gasto. Esta situación claramente ha generado en la ciudad lo que me parece que corresponde llamar “pasivo de infraestructura"
Grindetti mismo afirmaba en esa oportunidad que se podía financiar un 14% de la inversión con recursos propios y que hacía falta endeudarse para dar un saltito más. Algo que como comento en la nota hicieron el primer año (aunque no muy cerca de la meta) y luego nunca más repitieron. 
Una enorme proporción de la deuda terminó financiando gasto corriente. Con la única excepción del año 2008, el mayor endeudamiento sólo sirvió para mantener el nivel de inversión en torno al 15%, algo que ya se venía logrando desde el año 2005 sin endeudarse. Es decir, de cada 100 pesos adicionales con los que contó el Gobierno de Macri por aumentos de impuestos, por la propia dinámica del crecimiento económico y, fundamentalmente, por un aumento del stock de deuda en torno a los 900 millones de dólares, 85 pesos fueron a parar a gastos corrientes.
Porque sin la parte que se financió con endeudamiento, en 2009, 2010 y 2012 la inversión hubiera sido apenas el 6% del total de gastos.
En muchos casos, las emisiones terminaron depositadas a plazo fijo recibiendo un interés marcadamente menor al que se pagaba por los créditos
El 97% del stock de deuda está en moneda extranjera o atado a su valor. Me imagino que conocen el impacto que tendría en esas cuentas una devaluación del 40%, como propone el candidato que acompaña a Michetti desde la lista de Diputados Nacionales para estas elecciones, Federico Sturzenegger.
Pero Gabriela no lo puso en un cuadrito. Que siga el baile.

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